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Cinco heridas que puedes sanar para libertarte y caminar más liviano



No sé si te has dado cuenta de que en tu forma de relacionarte contigo o con los demás hay ciertas emociones que no entiendes por qué te hacen reaccionar de cierta forma; o las heridas simplemente te duelen tanto que sientes que te arde por dentro, entonces entra la tristeza, la ansiedad y el enojo.

Pues hoy te cuento cuales son las heridas que probablemente te estén causando esto y cómo puedes sanarlas para poder liberarte y ser tú misma(o).

El rechazo

La humillación

El abandono

La traición

La injusticia

Hoy solo hablaremos del rechazo.

El rechazo puede ser de una persona externa o propio. Cuando tú no te aceptas es muy difícil que la gente a tu alrededor te acepte.

Recuerda que somos espejo y tú eres una persona única, irrepetible y perfecta. ¿Te gustaría ser igual a alguien más? ¿Por qué no te aceptarías? Lo único que necesitas es aceptarte a ti misma(o), tal como eres y marcharte de donde no te sientes recibido.

Normalmente, el rechazo viene de una herida que tienes que sanar de otras vidas y decides venir a esta vida a trabajarlo. Se da principalmente a una muy temprana edad, con tu mamá generalmente si eres mujer, y si eres hombre, con tu papá.

¿Cómo puedes identificar si tienes estas heridas?

Hay varias formas de hacerlo, recuerda que la herida puede ser grande o pequeña.

Te voy a mencionar unas características que encontré en el libro Las 5 heridas que impiden SER uno mismo, por Lisa Bourneau. Les recomiendo mucho este libro porque en él encontrarán mucho más a detalle lo que ahora les menciono:

  1. Sientes que no tienes derecho a existir: muchas veces sientes que no tienes un espacio o que no puedes ocuparlo a tus anchas, no sientes que te mereces todo lo que quieres, crees que lo único que mereces es ocupar el menor espacio posible. Quizá ser invisible. Sientes que no eres aceptado.

  2. Tienes problemas de relación con tu papá, si eres hombre, o tu mamá, si eres mujer. Sientes que no te dan el tiempo o ayuda que necesitas; sientes que no te ve o que no le eres importante. No te toma en cuenta en su vida. Se la pasan rebotándote con papa o con mamá para no hacerse cargo de lo que necesitas.

  3. Continuamente huyes de todo: las relaciones, las personas que te aman, las personas que te admiran, sobre todo de las que simplemente te ven. Te cuesta mucho el compromiso y mejor decides huir.

  4. Utilizas mucho las palabras “nulo”, “nulidad”, “nada”, “inexistente”, “desaparecer” en tu vocabulario, ya que así es como percibes la vida.

  5. Estás desapegado a las cosas materiales porque crees que te atarán y no podrás huir cuando lo necesites. Te parecen superfluas, más bien te interesa lo intelectual.

Puede ser que te cueste relacionarte

  1. Te cuesta trabajo relacionarte sexualmente con alguien porque te hace sentir vulnerable y crees que tu pareja te va a rechazar más fácilmente si te muestras tal como eres.

  2. Buscas estar sola(o) porque te da más paz y no tienes que involucrarte con nada ni nadie que pueda abrir la puerta del rechazo.

  3. ¿Te sientes incomprendida(o)? ¿Tienes dificultades para dejar salir a tu niña(o) interior?

  4. Continuamente te desconectas del mundo exterior y vives en tu mundo de fantasía ya que no sientes que perteneces en el real.

  5. No tienes mucha hambre ya que el temor con el que vives te hace perder el apetito.

En fin… hay varias formas de identificarlo, incluso con la forma de tu cuerpo y tu expresión.

A lo que quiero llegar con esto es que todos tenemos heridas y todos nos propusimos venir a este escenario a trabajarlas, solo que se nos olvida.

¡No tengas miedo o te sientas diferente a los demás! El reto más grande es identificarlas para que en ese momento te pongas a trabajar y las sanes.

¿Te puedes dar cuenta de que lo que rechazas o reclamas de los demás es lo que rechazas o reclamas de ti misma(o)?

Recuerda que entre más grande sea tu herida de rechazo y menos le pongas atención, más aparecerán personas y circunstancias que te harán sentirlo hasta que pases la prueba y sanes.

Te invito a hacer una reflexión sincera, solamente tú contigo, y si descubres que tienes esta herida, busca ayuda externa para poder solucionarla lo antes posible y liberarte de ella.

Te mereces vivir en plenitud, ser libre y feliz para disfrutar todo lo que este plano te ofrece

En el canal MEET, en The Seeker, te podemos recomendar distintas terapias y terapeutas que te pueden ayudar a sanar esta herida de distintas formas. ¡Escoge la que te vibre!

¡Recuerda, vinimos a vivir en amor absoluto, a ser felices y a trabajar en la evolución de nuestra alma!

No te pierdas mi siguiente artículo donde hablaremos de la segunda herida, la humillación.

Es para mí un honor acompañarte en el proceso de autodescubrimiento y sanación.

Con todo mi amor,

Diana

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