Vive como un observador y entenderás todas las respuestas
- Diana Sánchez
- 11 mar 2021
- 4 Min. de lectura

A lo largo de mi vida he ido con muchos terapeutas para encontrar respuestas a muchas cosas que no me hacían sentido.
En una sesión un terapeuta espiritual me dijo: “Todas las respuestas se encuentran dentro de ti, solo tienes que observar cómo reaccionas ante las situaciones que se te presentan y cómo interactúan contigo los actores de tu película.
No entendí nada, apenas estaba incursionando en el tema.
Después, en una regresión a vida entre vidas con Ricardo Mones, la cual fue de las mejores experiencias en mi vida, entendí que cuando decidimos bajar a este plano, se trata solo de nosotros. Es nuestra película, son nuestras respuestas.
La gente que está a nuestro alrededor solo son actores que nos ayudarán a pasar todas estas pruebas que nuestra alma necesita para su evolución.
Es como un juego de Nintendo, tienes que ganar monedas (“hacerte de herramientas”, preparación en todos los sentidos) para poder obtener ciertos grados de evolución en el camino y subir al siguiente nivel.
Conforme vas pasando las pruebas, aunque se vuelvan cada vez mas difíciles, logras entender que sí, efectivamente, las respuestas están dentro de ti.
Todo son pistas, desde lo que te dice la señora de la tiendita hasta tu círculo más cercano.
Mi regresión fue un regalo enorme, primero hice una a otra vida para practicar.
Me hizo mucho sentido, ya que encontré varias cosas que he repetido en esta vida, ¡cómo repites patrones no nada más de tus papás en esta vida, sino de otras vidas!
Eso fue superenriquecedor. En mi segunda sesión que ahora sí fue mi vida entre vidas, en donde encontraría mi plan de vida y de dónde viene todo esto que estoy viviendo… fue una locura.
La aventura de encontrar respuestas
Conocí a mi grupo de almas, a mi gran maestro, entendí por qué decidí nacer en donde nací, encontré las respuestas a por qué escogí a mis papás, a mis hermanos y a toda la gente que ha estado en mi vida desde hace 41 años.
Literal, vi el behind de scenes y la preparación que hice para todo lo que he vivido. Eso sí, se me advirtió que cuando tuviera los primeros años de vida, todo se me iba a olvidar e iba a tener que dormirme para programarme, después, despertar y empezar a encontrar las pistas para, ahora sí, llevar a cabo mi plan de vida.
Desperté hace unos años. Es una experiencia superfuerte porque te das cuenta de que todo es una ilusión y que todas esas emociones incontrolables son solamente herramientas para subsistir en esta dimensión de los cinco sentidos.
Si las integras, las aceptas y las sientes, ¡es simplemente tu intuición guiándote! Pero claramente las emociones son muy fuertes y nos asustan.
Sin embargo; si te atreves a sentirlas y abrazarlas, después ya no se te hacen tan fuertes y las empiezas a hacer tus aliadas.
Te das cuenta de cómo la tristeza, por mas fuerte que sea, es una señal de que se cierran ciclos y ahora eres mas fuerte.
Te percatas de cómo el enojo es para defenderte de algo que te esta haciendo daño; el miedo es una alarma de tu intuición diciéndote que aún no estas preparado para pasar por ahí.
El amor es lo que une todo, siempre y cuando sea genuino y venga del corazón sin esperar nada a cambio, no usarlo para sentirse aceptado.
Todas estas emociones son importantísimas ya que son nuestras guías y respuestas para transitar en este plano.
No nos enseñan a sentir
Culturalmente nos han enseñado que las emociones, sobre todo, son malas; que no las debemos sentir. Cuando las expresamos lo único que recibimos es preocupación del otro y, a veces, rechazo o lástima.
Nunca nos enseñaron que son complementarias, que para saber qué significa estar feliz necesitas estar triste; para estar enojado debes de saber qué es estar contento. Simplemente, no existe la luz sin la oscuridad.
Por otro lado, vivimos siempre de prisa y no dejamos que las emociones ni “buenas” ni “malas” fluyan.
Nos hemos convertido en robots gracias a la tecnología. No nos damos el tiempo de estar tristes, fingimos si estamos enojados para no incomodar… y a lo único que nos lleva es a convertirnos en una bomba de tiempo y que nuestro cuerpo las acabe somatizando en enfermedades o no sepas diferenciarlas: te enojas porque estás triste o lloras porque te hicieron enojar, como si tuvieras cinco años.
Te invito a que abraces cuanta emoción que te llegue. Disfrútala, hazla consciente, dales el tiempo con todo tu amor y agradéceles, no tardan mucho en pasar.
Un gran maestro un día me dijo: “Las emociones son como las nubes, pasan flotando y después se van, no hay emoción que dure más de un día y medio.
Aprovechemos ese tiempo para sentirlas, para hacer un examen de por qué las estoy sintiendo, qué tengo que sanar, por qué me hizo sentir esto, como por ahí dicen: Lo que te checa, te choca.
Hay que encontrar las respuestas sobre qué esta resonando conmigo, qué tengo que resolver y de dónde me tengo que alejar para estar mejor.
Las emociones son nuestras aliadas
Las emociones son nuestras herramientas para habitar en este plano y vienen en combo, no podemos solo sentir las que nos gustan.
Integremos todas y disfrutemos todas como son. Sin ellas estamos a ciegas y no podemos llevar a cabo nuestra misión, se tienen que integrar en nuestro día a día.
Estar triste está bien, estar enojada está bien, así como estar feliz y contenta.
Fluyamos en ellas para que no se nos acumulen y después se nos acabe el tiempo y no podamos concluir el plan que en un inicio hicimos con tanto amor y cariño para evolucionar y ayudar a los demás a hacerlo.
Comments