Entender la espiritualidad desde el amor, en conexión con la fuente

Le hemos dado, en ocasiones, un significado erróneo a la palabra espiritualidad desde el amor, pues el ser religioso o pertenecer a una institución religiosa no nos hace necesariamente seres espirituales o santos.

Esta palabra, que etimológicamente viene de espíritus, “soplo”, del verbo espirare, nos lleva al aire de la respiración. Llevando la atención en la respiración podemos hacer una conexión interior hacia nosotros.

Esto nos lleva a un viaje profundo de nuestras emociones y sensaciones. Podemos aquietar el pensamiento y, por consecuencia, hacer una conexión con nuestra alma y con esa luz que somos en conciencia, unidos con la fuente.

De esta forma llegamos a ese lugar donde no nos sentimos separados de nada y no nos hace falta nada. Esa es la verdadera conexión con nuestro ser, el cual nos hace cocreadores de lo que deseamos.

Al vivir en este plano material nos olvidamos de esa unión de amor infinito, nos identificamos con el cuerpo y estamos mentalmente separados de quienes realmente somos.

En esta separación nos llegan esas sensaciones de miedo, desesperanza, desolación y un sin fin de emociones negativas, creando desequilibrio en nuestra vida al sentirnos en desconexión de nuestro propio ser.

¿Te has preguntado a qué le tienes miedo?

Sentimos miedo a perder una pareja, a un ser querido o un empleo. Miedo a perder el control de algo o alguien. Miedo a perder algo material, a enfermarte, a morir.

Como seres humanos que somos hemos aprendido a vivir en el nivel de la mente, a sentirnos desolados, desprotegido, abandonados y desvalorizados. Pero estos miedos realmente son sólo un pensamiento sostenido, el cual nos lleva “sentirnos separados de la fuente infinita”. Olvidamos que somos amor y unión con el todo.

Aprendimos a percibir el mundo exterior con los ojos del ego, lo cual nos lleva a tomar actitudes negativas para sentirnos reconocidos, poderosos y famosos.

Queremos controlarlo todo para satisfacer nuestras propias necesidades, buscando solo nuestra seguridad personal externa.

¿Por qué el amor nos lleva a la paz?

Porque si unificamos nuestro pensamiento a esa fuente infinita que somos, no nos sentiríamos separados de nada, por lo tanto, no buscaríamos nada externo para satisfacernos y dejaríamos de tratar de controlarlo todo.

En este pensamiento unificado y en esa conexión con el todo nos sentimos plenos, armoniosos y amorosos. Al convertirnos en esa fuente infinita, nuestra realidad exterior cambia porque solo vibramos en luz.

Realmente somos seres espirituales teniendo una experiencia en un cuerpo, solo que lo hemos olvidado y vivimos separados de la fuente.

¿Cómo sería una mente unificada?

La mente unificada no busca respuesta o control en el exterior. La mente unificada sabe lo que ya es, es decir es el “Yo soy”. Yo soy seguridad, amor, luz, abundancia infinita, éxito, reconocimiento y amor.

Este sería un pensamiento unificado donde ya no busco nada afuera porque yo ya soy el todo.

¿Qué es una mente aferrada vivir en la ilusión?

En nuestra mente hay simbolismos de un pensamiento de separación; por ejemplo, “hay escasez en mi vida”, “no encuentro el trabajo deseado”, “no tengo pareja”, “me siento solo”, etc.

Si se piensa que la fuente infinita es de este mundo, pones tu fe en algo con lo que no puedes contar. En cambio, ¿qué pasa si tu fuente de origen ya es infinita y tu fe está completamente unida al “yo soy”?

Entonces te vuelves cocreador y se manifiestan tus deseos, de otra forma la mente sigue dormida en el miedo de carecer de algo.

Si sólo es un pensamiento errado, ¿entonces por qué decidimos seguir continuar con estos pensamientos de miedo?

Porque nuestra mente está acostumbrada a vivir en el ego, o por lo menos así se nos enseñó en ese pensamiento ilusorio de lo que realmente no somos.

La espiritualidad nos lleva a corregir ese pensamiento sostenido de no sentirnos separados de nada, donde somos todo con la fuente.

Es por eso que el autoconocernos es tan importante en nuestro desarrollo espiritual, así como tomar conciencia de cómo reacciono a los sucesos que se presentan en mi vida. De esta forma, al empezar a observar estas reacciones podemos perdonar y transformarlas.

La psicoterapia a través de “Un curso de milagros” te lleva hacer a un lado tu ego, conectando con tu ser interno. Ayuda a encontrar la causa real que te lleva a ese sufrimiento, deshaciendo el error de esa falsa percepción de lo que no eres y conectándote a esa fuente infinita de amor, deshaciendo la culpa y el miedo.

Te invito a que conozcas esta maravillosa terapia de amor y luz.