Meditación: Los cuatro pasos simples para principiantes
- Andrea Alarcón
- 7 may 2021
- 4 Min. de lectura

Meditación como herramienta de supervivencia.
Vivimos en un mundo cuyo ritmo es cada vez más y más rápido, un mundo que nos fuerza a despegarnos de nuestro verdadero ser y a sentirnos desconectados, no solo de nosotros mismos, sino de todo lo que nos rodea.
Tendemos a vivir en la preocupación, que está atada al futuro, y a la culpa, atada al pasado. Nos inundamos tanto en mil emociones que ni siquiera nos ponemos a procesarlas, a sentirlas, a dejarlas ser y, por el contrario, dejamos que nos consuman.
¿Hay alguna solución a este desconecte o tenemos que vivir siempre de esta manera? Por suerte, la solución más sencilla, y a la que absolutamente todos tenemos acceso, está en la meditación.
Quizá ya has escuchado un leve susurro sobre la meditación, quizá alguien lo haya mencionado en alguna plática o igual y lo viste en internet. De cualquier manera, si eres un principiante y quieres saber más sobre esta maravillosa herramienta, aquí te cuento.
Así pues, empecemos por lo más básico.
¿Qué es la meditación?
La meditación es un ejercicio espiritual que nos ayuda a controlar la mente, a dejar de lado tantas cosas que traemos y encontrar un poco de paz. Está práctica puede incluir desde escuchar una meditación guiada, hacer oración, repetir un mantra, bailar o simplemente quedarse en silencio con uno mismo.
Se tiene la idea de que solo lo hacen los yoguis o gente muy iluminada; personas con tiempo y capacidad para hacerlo. Es difícil pensar que uno, con tantas cosas que se tienen que hacer en el día a día, tenga el tiempo para dedicarse a meditar.
Podrían llegarte muchísimas dudas y preocupaciones al respecto, como que eres demasiado inquieto para estar sentado por más de un minuto; que es imposible llegar a tener la mente en blanco, que no tienes tiempo o que simplemente no es para ti.
Pocos explican el proceso
Pocas personas explican realmente el proceso meditativo porque justamente se piensa que cuando uno va a realizar su meditación, en el momento en el que cierras los ojos, ya vas a estar en calma y que podrías estar así sentado durante horas.
<img data-lazy-fallback="1" decoding="async" src="https://theseeker.mx/wp-content/uploads/2021/02/Meditar-paso-a-paso.jpg" alt="Meditar paso a paso" class="wp-image-574" />
Meditar paso a paso
Pero justamente pasa todo lo contrario, y es perfectamente normal. En cuanto te sientas en silencio tu cuerpo puede empezar a mandarte señales y decirte: “estoy muy incómodo”, “no puedo cruzar bien las piernas”, “ya se durmió una pierna”, “me duele la espalda”, etcétera. Desde ahí ya hay cierta incomodidad que no te deja encontrar esa paz que tanto anhelas.
No solo puede quedarse en el plano físico, porque puedes tener la postura correcta y no sentir dolor, pero la cabeza empieza a dar mil vueltas y como justamente estás en calma, continúas pensando en todos tus pendientes; si tienes algún problema con tu jefe, si te peleaste con tu pareja, si tienes que ir al supermercado, en fin, pensamientos que nunca acaban. Y al estar así, un solo minuto se convierte en una eternidad y puedes darte por vencido.
Es mejor empezar a hablar de todas las dificultades con las que te puedes encontrar cuando intentas meditar por primera vez para que veas que no eres la única persona que ha pasado por esto. Todos hemos tenido este proceso, pero cuando eres consciente de esta información es cuando empiezas a disfrutarlo más. Puede sonar complicado: ¿cómo voy a superar todas estos obstáculos físicos y mentales? ¿No me voy a estresar más al intentar controlar mis pensamientos y la manera en que se siente mi cuerpo? Si éstas son tus preocupaciones, suéltalas. Déjalas fluir y enfócate en tu respiración, que pasen como nubes en el cielo.
Vamos paso a paso
Encuentra un lugar donde sepas que vas a estar lo más tranquilo posible, donde no haya mucho ruido y te sientas cómoda o cómodo. Puedes estar sentado o acostado, como te sea más cómodo. Yo recomiendo empezar sentado para evitar que te duermas.
Cierra los ojos, respira profundo tres veces y déjate llevar. Si vienen pensamientos obsérvalos y déjalos pasar, solo te pido que no les pongas atención (ya tendrás tiempo cuando acabes de meditar). Si sientes algún dolor físico, puedes cambiar de postura y no pasa nada. El punto es que no empieces a pensar que ya lo estás haciendo mal y que no va a funcionar. Todo lleva su tiempo, solo es cuestión de practicar, practicar y practicar. Si sientes que te estás distrayendo mucho en tus pensamientos, enfócate en tu respiración; siente como el aire entra por tu nariz y sale, sigue su recorrido de tu nariz a tus adentros y de regreso, siente como entra frío y sale caliente.
Te aconsejo que empieces con cinco minutos. Si puedes estar tranquilo y disfrutar de ese tiempo, puedes ir subiendo poco a poco hasta donde desees, o si sientes que es mucho, redúcelo a tres minutos, lo que sí es importante es que seas lo más constante posible para ir entrenando a tu mente.
Si te es más fácil puedes buscar meditaciones guiadas en YouTube o alguna aplicación de meditaciones. Estas suelen ser más amigables ya que te dan instrucciones durante el tiempo que decidas tomarte.
Y así de fácil es empezar. Recuerda que es completamente normal no dominar la práctica en un principio, distraerte y hasta llegar a sentirte frustrado, pero, como todo, requiere que seas constante con la práctica para que el camino se vaya haciendo cada vez más fácil.
Veras que, si empezaste con cinco minutos, un día vas a poder seguirte a 30 minutos o hasta una hora sin ningún problema, pero lo más importante es que conforme vayas practicando y avanzando irás encontrando esa paz que tanto se anhela, pues estarás conectando contigo y con tu yo superior. Namasté.
Comentarios